“Todos sabemos que la mayor opresión ocurrida en la historia no ha sido la de los esclavos, siervos u obreros asalariados, sino la de las mujeres en las sociedades patriarcales”
Karl Manheim
Dra. Ma. Sandra Huape Arreola.
Agosto de 2004.
Los derechos humanos tienen un carácter universal porque se extienden a todo el género humano en todo tiempo y lugar. Se caracterizan por ser absolutos, porque su respeto se puede reclamar indeterminadamente a cualquier persona o autoridad. Además, son inalienables, dado que pertenecen en forma indisoluble a la esencia misma del ser humano y por lo tanto resultan necesarios e imprescindibles, porque su existencia deriva de la propia naturaleza del ser humano y forman un conjunto inseparables de derechos.
Los derechos humanos, por su relación directa con las personas, constituyen un patrimonio común e inalienable de toda la humanidad. Al hablar de derechos humanos, necesariamente hay que hacer referencia al concepto de lo que es un derecho. Se entiende por “derecho el conjunto de principios, preceptos y reglas innatas, a las cuales están sometidas las relaciones humanas en toda convivencia civil, a cuya observancia las personas pueden ser compelidas por la fuerza”.
Es importante resaltar que la Convención Americana sobre los Derechos Humanos reconoció como un principio básico el derecho de toda persona a mejorar su condición económica, social y cultural. Tomando como fundamento este principio, se podría sostener que la violencia estructural se puede reducir en la medida en que el estado le otorgue a sus habitantes los recursos necesarios para suplir sus necesidades básicas.
En la conferencia mundial de los Derechos Humanos (1993), los estados reafirmaron mediante la Declaración de Viena, que en virtud de que estos derechos nacen con el ser humano, es el estado el ente responsable de la protección de los mismos.
En la Carta de las Naciones Unidas, se ratifica la dignidad y el valor de la persona, así como la igualdad de derechos entre las naciones grandes y pequeñas.
A pesar de los esfuerzos de la Organización de Naciones Unidas, los derechos humanos quedan en la esfera de lo teórico, puesto que en la práctica existen sociedades que se caracterizan por la ausencia de recursos económicos que proporcionen a sus habitantes un nivel de vida adecuado. Además, cabe destacar que la igualdad entre los sexos no se da del todo, pues en muchos casos, la mujer sigue siendo marginada e ignorada.
ALGUNAS LUCHAS EN PRO DE LOS DERECHOS FEMENINOS
A nivel mundial, la condición jurídica y social de la mujer ha experimentado cambios fundamentales que surgen como resultado del tiempo y de las modificaciones sobrevenidas en las costumbres sociales y políticas de la humanidad, así como en el desarrollo e influencia de los movimientos liberacionistas femeninos; como ejemplo de ello el texto de María Lejars (siglo XVI), habla sobre “La igualdad de los hombres y las mujeres”.
Otro hecho importante es que durante la Revolución Francesa (1789), se produjo el primer hito histórico del feminismo, cuando las mujeres de París, exigieron por primera vez el voto, bajo las consignas de libertad, igualdad y fraternidad.
Posteriormente, en 1791, la activista francesa Olympia de Gouges redactó y presentó a la Asamblea Nacional Francesa la Declaración de los Derechos de Mujer y de la Ciudadana , en la cual se postuló la dignidad de las mujeres y por consiguiente, el reconocimiento de sus derechos, así como de las libertades fundamentales, sin embargo, tal petición le costó la cabeza.
Seguido de este acontecimiento, en 1792, en Inglaterra Mary Wollstoncraft, publicó el libro “Reivindicación de los derechos de la mujer”, quién sostiene que la mujer debe recibir el mismo trato en el campo de la educación, la política, el trabajo y que debería ser juzgada con los mismos patrones morales que los varones. Por lo que el planteamiento realizado a la Cámara de los Comunes, por Mary Smith de Stannore, en 1832, no fue una sorpresa, pues ella reclamaba los derechos políticos de las mujeres.
En Nueva York, en 1857, las obreras textiles realizaron diferentes manifestaciones y exigieron el derecho al trabajo y mejores condiciones humanas. Lo mismo sucedió el 8 de marzo 1908, cuando más de 130 obreras fallecieron, al producirse un incendio en una fábrica donde ellas estaban encerradas reclamando por la igualdad de derechos entre hombres y mujeres. Este hecho dio origen a la celebración del día internacional de la mujer. Paulatinamente se van sumando a esta conmemoración varios países y se plantean algunas demandas en pro del bienestar femenino.
En el año de 1979, la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó la convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer a la cual se han adherido más de 130 países. La Convención de la Mujer tiene como propósito eliminar la discriminación experimentada por las mujeres.
Es decir, la mujer tiene derecho a la vida, a la igualdad, a la libertad y seguridad personal; a ser protegida por la ley, a no ser sometida a tortura, a condiciones de trabajo justos y favorables, a alcanzar el mayor grado de salud física y mental, así como a verse libre de todas formas de discriminación.
Estas acciones, entre otras, abren espacio para que se desarrollen otras actividades cuyo fin principal es la defensa de la mujer. Así, en julio de 1981 se celebró el primer encuentro Feminista Latinoamericano y del Caribe y se proclamó el día 25 de noviembre como fecha de celebración del día internacional de la no violencia contra la mujer, convirtiéndose en una conmemoración internacional, en honor a las tres hermanas Mirabal, asesinadas por la dictadura de Trujillo en República Dominicana, el 25 de noviembre de 1960.
Para el año de 1995, la Organización de las Naciones Unidas realizó en Beijing, China, la “IV Conferencia Mundial sobre la Mujer ”, cuyo objetivo consistió en el análisis y discusión de la situación mundial de las mujeres, así como para determinar las acciones prioritarias a realizarse para mejorar sus condiciones. Los estados participantes convinieron en la necesidad de desarrollar una serie de medidas tendientes a lograr la igualdad, el desarrollo y la paz en un plazo de quince años.
El acuerdo adoptado en la IV Conferencia Mundial sobre la Mujer en el sentido de que es necesario dar reconocimiento institucional pero también público al hecho de que los derechos de las mujeres son derechos humanos, pone finalmente y de forma clara las cosas en su lugar. El grave atentado contra los derechos fundamentales que implica el recurso a la violencia, sea física o psíquica, como expresión de poder, es injustificable en cualquiera de sus posibles manifestaciones. Tampoco es tolerable el gastado recurso a la tradición como forma de justificación de determinadas prácticas que atentan claramente contra la vida o la dignidad de las mujeres, se produzcan dónde se produzcan.
ACCIONES DE MÉXICO EN PRO DE LA NO VIOLENCIA
México no esta exento de llevar a cabo acciones dirigidas a prevenir y eliminar la violencia contra la mujer, por lo que el 18 de diciembre de 1979 firmó la Convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer, obligándose desde entonces, internacional y nacionalmente, a establecer una política encaminada a suprimir prácticas discriminatorias en el país en contra de las mujeres.
En 1998 entra en vigor la convención Interamericana para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra la mujer o Convención de Belém Do Pará. (Hecha en la ciudad de Belem Do Pará, Brasil, el 9 de junio de 1994. Decreto Publicado en México, en el Diario Oficial de la Federación 1999).
En el mismo año se conformó una Comisión Nacional Interinstitucional para instrumentar el Plan de Acción contra la Explotación Sexual Comercial de Menores; en la que participan instituciones de los sectores público, legislativo, académico y de la sociedad civil.
También en 1999 se presenta el “Programa Nacional contra la Violencia Intrafamiliar 1999-2000” en el que se tomaron en cuenta las experiencias y los conocimientos que sobre la violencia en México han acumulado los organismos de mujeres, las universidades e instituciones de investigación que han estado abordando durante décadas el estudiar el fenómeno y atender sus consecuencias.
Por otro lado, también en nuestro país se han iniciado acciones para erradicar la violencia contra las mujeres, y se ha propuesto emprender una serie de medidas encaminadas a fomentar la equidad de género como expresión más clara de respeto a los derechos humanos, incluyendo organismos federales, como la Comisión Nacional de Derechos Humanos, la Secretaria de Salud, la creación del Instituto Nacional de las Mujeres, etc., organismos a nivel estatal y por supuesto, el intenso trabajo de las Organizaciones No Gubernamentales.
Como resultado del conocimiento y experiencia que sobre violencia en nuestro país se ha acumulado, surgió El Programa Nacional para la Igualdad de Oportunidades y No Discriminación contra las mujeres 2001-2006 (proequidad)
Bibliografía:
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Cuarta Conferencia Mundial Sobre la Mujer. Beijing , 4-15 septiembre de 1995. Colección.
Mujer y Derechos Humanos en América Latina y el Caribe. Conferencia Mundial de Derechos Humanos. San José, Costa Rica, 18-22 de enero de 1993.
Acciones para erradicar la violencia intrafamiliar y contra las mujeres. Leyes y convensiones. Instituto Nacional de las Mujeres. México. Segunda edición diciembre 2003.
BARRAGAN, F. y otros (20021. Violencia de género y Currículum. Un programa para la mejora de las relaciones interpersonales y la resolución de conflictos. Aljibe, Archidona (Málaga).
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Situación de los Derechos de la Mujer en Ciudad Juárez, México, Informe de la relatora especial sobre los Derechos de la Mujer de la cidh, 2002.
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